Los esposos son una causa de más estrés para sus esposas que sus hijos
No nos debe de sorprender que las mujeres casadas y con hijos estén estresadas. Después de todo, tienen que desempeñar varios roles como madre, esposa, cocinera, doctora, maestra, mucama, planificadora de eventos y muchas otras cosas más. Sin embargo, una encuesta realizada por TODAY.com pudo descubrir que casi la mitad de las mujeres consideran que sus maridos son más estresantes que sus hijos.
Más de 7.000 mujeres respondieron a la encuesta, y los resultados no solo revelaron cuán estresadas están las madres sino también cuál es la causa de ese estrés. En promedio, las madres clasificaron a su nivel de estrés de 8.5 a 10, y el 46% de las mujeres afirmaron que experimentaron más estrés debido a sus maridos que por sus hijos.
Fue revelado que una de las causas de este estrés es el hecho de que alrededor del 75% de las mujeres que respondieron a esta encuesta informaron que encargan de la mayoría de los cuidados de sus hijos y de la mayoría de las tareas domésticas. Esto significa que solo el 25% de las mujeres sienten que sus parejas comparten a partes iguales o la mayoría de los deberes de crianza y otros quehaceres domésticos, dejando a las mujeres atrapadas haciendo más de lo que les corresponde.
Otra causa común de estrés la cual fue reportada por las mujeres fue el sentir que no tenían suficiente tiempo durante el transcurso de su día para hacer todo lo que se tenía que hacer, en parte fué debido a la falta de apoyo de sus parejas. No nos debería de sorprender que esto fuera particularmente cierto en las mujeres que también trabajan fuera del hogar y que además hacen la mayoría del trabajo doméstico dentro de su hogar.
Muchas mujeres informaron que parte de su estrés provenía del simple hecho de que sus esposos actuaban como niños. Esto es debido a el hecho que tenían más responsabilidades dentro del hogar, además de también tener que cuidar a sus maridos, siendo que ella debe de poder recibir apoyo de su marido en lo que se refiere a la crianza de sus hijos como también en lo que hay que hacer dentro del hogar.
Esto está lejos de ser la única investigación que apoya la afirmación de que las mujeres están más estresadas por sus maridos que los esposos por sus esposas. Según un estudio realizado por la Universidad de Padova en Italia, los hombres que pierden a sus esposas su salud tiende a deteriorarse rápidamente, pero cuando una mujer pierde a su marido, su salud tiende a mejorar.
Lo más importante que pueden hacer tanto hombres como mujeres ante estos hechos es preguntarse a sí mismos: “¿Qué se puede hacer al respecto?” La verdad es que se puede hacer mucho para resolver este problema, sin importar lo estresada que esté la mujer o qué tan inmaduro pueda ser su marido. Ambos deben estar preparados para hacer lo que sea necesario para resolver este problema el cual continuamente crece y afecta la dinámica de su hogar, además de su vida matrimonial.
En primer lugar, debe de haber una conversación. Las esposas deben abrirse con sus maridos para que ellos sepan cuando se sienten estresadas sobre la forma en que se dividen los deberes del hogar y sobre como los deberes como padres son divididos, y los esposos deben estar preparados para escuchar esas preocupaciones las cuales son genuinas y estar preparados para trabajar con sus esposas para encontrar una solución que funcionará para toda la familia.
Una de las mejores formas de reducir el estrés que siente una mujer a causa de su marido es asegurarse de que el hogar y los deberes de ser padres se dividan de manera uniforme. Para empezar, las parejas deben hacer una lista de todos los quehaceres del hogar que se hacen a diario, al igual que semanalmente y de manera mensual y asegurarse de que cada uno cumpla su parte.
Las esposas necesitan aprender a confiar en sus maridos con los deberes del hogar. Muchas veces, esta es la razón por la que la esposa está haciendo todo. Ella no cree que su esposo lo pueda hacer correctamente o de la manera que a ella le gustaría que se haga, así que lo hace ella misma. Cuando un hombre acepta cumplir un deber dentro del hogar, es esencial que la esposa se haga a un lado y le permita hacerlo, incluso si no lo hace “correctamente o como a ella le gusta.”